Creció en una casa rodeada de conversaciones interesantes y arte. Una acuarela de Hardy Wistuba en la casa de su abuelo que representaba un paisaje primaveral que contrastaba con el clima de Concepción despertó en ella un gran interés. Esto siguió con visitas a la galería de arte El Caballo Verde con su papá, lugar en el que a los 24 años compró su primera obra.
Durante muchos años este interés estuvo poco explorado pues la carrera de medicina le dejaba poco tiempo y espacio para profundizar en sus conocimientos sobre arte. En el 2015 Jessica llegó a la Fundación Antenna a través de un amigo. Esta experiencia le permitió sumergirse en un entorno lleno de artistas, galerías, obras y buenas amistades.
1. ¿Cómo comienza tu historia con el arte?
Jessica: Mi historia con el arte comienza con un cuadro de acuarela de Wistuba que tenía mi abuelo en los años 60 o 70 sobre la chimenea en su casa en Concepción. Ese cuadro me gustaba mucho porque, a pesar de que Concepción es una ciudad muy húmeda y lluviosa, el cuadro representaba el inicio de la primavera. Siempre me sentaba junto a la chimenea, lo miraba y le decía a mi abuelo: «Cuando tú mueras, este cuadro será para mí», y así fue.
Nací en Concepción y estudié en el Colegio Concepción antes de ingresar a la Universidad de Concepción para estudiar medicina. Mi padre era médico y profesor universitario, y mi madre, abogada. Crecí en una familia donde se hablaba mucho de temas diversos porque no teníamos televisión, solo radio. Mi padre compraba arte para adornar la casa, con obras de Altamirano, Rocca, Wistuba y Patricia Israel. Siempre lo acompañaba a la galería de arte El Caballo Verde y a la Casa del Arte, donde había murales y una colección de arte chileno y latinoamericano impresionante. Aunque siempre estuve vinculada al arte, mi enfoque era más de distracción que de estudio profundo, probablemente porque estaba muy concentrada en mi carrera médica.
Finalmente, comencé a interesarme más en el arte cuando compré mi primera obra, «La cueca nocturna» de Nemesio Antúnez. La adquirí en El Caballo Verde, y Nemesio me permitió pagar en cuotas durante dos años.
2. ¿Cómo llegaste a Antenna?
Jessica: Llegué a Antenna a través de un amigo que falleció, Josh, a quien quería mucho. Él era amigo de Alfonso, uno de los fundadores de Antenna. A través de Ricardo Roa, compañero de vida y amigo mío, supe del proyecto. Ricardo decidió apoyar a Antenna desde sus inicios, cuando no tenían oficina y trabajaban en la casa de Alfonso. Decidí asistir a una junta para ver una exposición y ahí conocí a Alfonso, a la Cota y a Eli, quienes me recibieron muy cálidamente.
Me gustó el entusiasmo y la juventud de los fundadores, así como la idea de hacer el arte accesible a diferentes personas y niveles culturales. A pesar de no tener mucho conocimiento sobre arte, ellos me enseñaron y aprendí mucho a lo largo de los años. Las reuniones iniciales eran pequeñas y nos fuimos haciendo amigos. Personas como Hernán Garfias, quien con generosidad abrió su departamento para Antenna, fueron claves en este proceso. Lo que más valoro de Antenna es que me permitió conocer a personas muy interesantes y establecer lazos de amistad y confianza.
3. ¿Podrías contarnos sobre tu colección de arte?
Jessica: No podría decir que tengo una colección definida porque aún me falta capacidad y conocimiento para establecer un camino claro. Me gusta el arte contemporáneo, entender la lectura y el mensaje del artista, y que haya un proceso creativo detrás de la obra. También me atrae la ironía y el humor en el arte, por eso tengo obras de artistas como Pancha Nuñez, Victor Castillo, Nia de Indias y Florencia Pozo. Además, me gustan las esculturas con conceptos irónicos y sorprendentes.
4. ¿Qué te ha motivado a seguir apoyando a Antenna durante tanto tiempo?
Jessica: He pasado por diferentes momentos con Antenna, desde intenso amor hasta períodos de distanciamiento. A lo largo de los años, Antenna me ha permitido establecer vínculos con galerías y conocer el mundo del arte. Aunque ya no necesito tanto a Antenna para asistir a exposiciones, valoro el esfuerzo, la pasión y el compromiso de la Fundación, así como la oportunidad de seguir aprendiendo y viendo cosas nuevas.
5. ¿Qué esperas de Antenna en los próximos diez años?
Jessica: Espero primero estar viva para ver esos años, ya que todo cambia y nada es permanente. Me gustaría que la fundación siga creciendo y logrando captar gente joven, apoyando a artistas emergentes y dándoles la oportunidad de mostrar su trabajo internacionalmente. Sería un sueño ver a artistas chilenos exponiendo en diversas partes del mundo gracias al apoyo de Antenna. También espero que las personas importantes para mí sigan formando parte de esta comunidad.